La jirafa recientemente sacrificada en un zoológico de
Copenhague encontró la muerte por una razón devastadora: sus genes y su
familia.
Se llamaba Marius y había nacido en el zoológico de la capital danesa hace 18 meses, una edad en la que había alcanzando la madurez sexual.
Se llamaba Marius y había nacido en el zoológico de la capital danesa hace 18 meses, una edad en la que había alcanzando la madurez sexual.